1. Mala alimentación. Una dieta deficiente en antioxidantes y rica en grasas o en carbohidratos influye de forma directa en la apariencia de tu piel.
2. Poco descanso. Al dormir, las células de nuestro cuerpo se “regeneran”, por lo cual si duermes menos de las horas recomendadas (6 a 8) se acelera el proceso de envejecimiento.
3. Estrés. De acuerdo con investigadores del Laboratorio de Neuroendocrinología de la Universidad de California, una acumulación de situaciones estresantes es capaz de "agregar años" en el ADN.
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